La mujer cabeza de hogar consume 450€ más que el hombre y lidera el cambio hacia un consumo más responsable y sostenible
- El PIB español se incrementaría en 5.400 millones de euros, casi medio punto, si la brecha de género en el consumo se cerrara.El consumo femenino es más consciente, reflexivo y multicanal que el masculino
- El Informe sobre brecha de género en el consumo presentado por L’Oréal y ClosinGap revela que hombres y mujeres consumen de forma muy diferente
Madrid, 15 de octubre de 2020.- Existe brecha de género en el consumo de los hogares españoles. Cuando es la mujer quién encabeza el hogar, consume 452 euros anuales más en bienes y servicios básicos y prioriza el gasto para la casa. Y es también la mujer quién está liderando la transición hacia un consumo más responsable y sostenible en España. Así lo demuestra el Informe sobre la brecha de género en el consumo, presentado hoy por ClosinGap y liderado por L’Oréal España. La investigación desvela la radiografía de la mujer consumidora: gestiona las finanzas en casa y compra de forma más consciente, reflexiva y multicanal que el hombre.
La brecha de género en el consumo tiene un impacto de 5.400 millones de euros
La brecha en el consumo tiene un impacto económico de 5.424 millones de euros, valor que se alcanzaría si los 12,2 millones de hogares encabezados por hombres que hay en España, frente a los 6,4 millones liderados por mujeres, equipararan su consumo al de las mujeres. Del mismo modo, el PIB español en 2019 aumentaría cerca de medio punto y la recaudación fiscal en 2.199 millones de euros, considerando un IRPF del 10,5% y una cotización media del 30%.
La mujer, soporte básico del consumo en los hogares
Las mujeres que encabezan el hogar consumen más que los hombres y priorizan siempre el consumo de bienes y servicios más esenciales, reduciendo así otras partidas de gasto menos relevantes. En las rentas más bajas, por debajo de 25.200 € anuales, las mujeres cabeza de hogar consumen entre 600 y 700 euros anuales más que los hombres en esa franja. Las diferencias de género son notables también en los niveles más altos de renta (a partir de 38.500 euros anuales), con un incremento de 382 euros anuales.
Asimismo, la diferencia de género es patente en todos los grupos de gasto. El consumo de alimentos, gasto mayoritario de los hogares, presenta la diferencia más acusada con un incremento de 183 €, de nuevo, por la mayor importancia que la mujer le otorga al consumo básico. Le siguen el gasto en vestido y calzado (170 €), en servicios de higiene personal (151 €) y en bienes de higiene (101 €).
El covid-19 generaliza los patrones de consumo de la mujer
El covid-19 ha modificado los patrones de consumo en España y ha hecho aumentar el gasto en bienes básicos. El confinamiento ha disparado también el uso del canal online, y ha hecho ganar posiciones a la sostenibilidad y a los productos ecológicos, tendencias en las que la mujer ya era pionera y que, ahora, se han extendido al resto de la sociedad. A su vez, el covid ha modificado la escala de valores de consumo, posicionando la cercanía y la rapidez a la hora de comprar como atributos indispensables, valores que ya tenían muy presentes las mujeres antes de la pandemia.
La mujer, líder en la transición hacia el consumo responsable y sostenible
La mujer tiene mayor conciencia ambiental y adopta comportamientos más sostenibles que el hombre. Mientras que más del 61% de las mujeres españolas reconocen su responsabilidad sobre el cambio climático, en los hombres no llega ni a la mitad. Y le dan también más importancia a la responsabilidad social de las empresas (28% vs. 20%).
Esta mayor preocupación ambiental se refleja en la mujer en su apuesta por el comercio local y los productos de proximidad (49,2% ellas vs. 39% ellos) y en acciones más sostenibles. Tan solo el 4% de las mujeres no realiza ninguna medida para reducir su huella ambiental, 10% en el caso de los hombres.
La mujer se afianza como agente de cambio hacia la nueva economía circular, siendo ellas las que más llevan a cabo la reducción de residuos, la reutilización de productos y el reciclaje, con diferencias entre género que van de los 5 a los 6 puntos porcentuales. Este patrón de comportamiento más sostenible y respetuoso se evidencia también entre los más jóvenes, grupo entre 16 y 24 años. Los millennials señalan al propio consumidor como el principal responsable de la emergencia climática y muestran una gran preocupación por la huella ambiental de las empresas.
Juan Alonso de Lomas, presidente y consejero delegado de L’Oréal España y miembro del Board de ClosinGap, ha comentado: “El informe demuestra cómo la mujer está actuando como motor en la transición hacia un consumo más responsable y sostenible, dos valores al alza y muy necesarios en el contexto actual”. Y añade: “La mujer se posiciona, por tanto, como un referente en el avance hacia la economía circular y se afianza como modelo a seguir para las nuevas generaciones”.
El consumo femenino: reflexivo, digital y menos individual
Las mujeres compran más por internet y son más omnicanal: se desplazan más para comprar en tienda física, pero también usan en mayor medida internet, siendo ellas la mayoría de los compradores online. Las diferencias de género más destacadas en el uso del canal digital están en la compra de ropa y calzado (68,2% mujeres vs. 56,7% hombres) y de productos de higiene personal (55,1% vs. 39,4%).
Además, la mujer tiene mucho más en cuenta el precio de los productos y servicios en su decisión de compra y, para ello, realiza más comparativas, especialmente para textil o calzado. Este comportamiento se evidencia también en el uso del canal tradicional como punto de recogida de productos comprados online a precio inferior. Para la mujer, las ofertas y promociones online son un factor muy importante como motivo de compra (50% ellas frente al 42% ellos). Por todo ello, el gasto medio de la compra de la mujer es inferior al del hombre (59,4 € vs. 68 €).
El informe evidencia cómo la mujer es la gestora de las finanzas del hogar y, a su vez, tiene un comportamiento menos individual que el hombre. Ellas se encargan de la compra, cinco veces más que los hombres, y, además, compran también productos masculinos para pareja, padres e hijos.
“De nuevo, comprobamos cómo la mujer, no solo supera la situación de desigualdad de la que parte, sino que se convierte además en el motor de cambio hacia una sociedad más avanzada y respetuosa”, afirma Marieta Jiménez, presidenta de ClosinGap y presidenta europea de Merck Healthcare. Y añade: “Tenemos por delante un 2021 lleno de retos y desde ClosinGap seguimos apostando por el talento femenino como palanca de crecimiento”.
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Sobre ClosinGap
ClosinGap. Women for a Healthy Economy es una plataforma integrada por Merck, MAPFRE, Vodafone, Repsol, Meliá Hotels Internacional, L’Oréal España, Mahou San Miguel y Solán de Cabras, BMW, PwC, Bankia, Grupo Social ONCE y KREAB.
La plataforma nace con el objetivo de analizar el impacto económico que tiene para toda la sociedad que las mujeres no cuenten con las mismas oportunidades. Para ello, las empresas analizan, en informes bimestrales, las brechas existentes en los ámbitos de salud, pensiones, entorno digital, conciliación y corresponsabilidad, ocio, turismo, educación, consumo, movilidad, ámbito rural y discapacidad.
ClosinGap tiene su origen en Healthy Women, Healthy Economies, iniciativa lanzada a nivel global en 2014 por la empresa líder de ciencia y tecnología Merck, bajo el paraguas del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico, con el objetivo de identificar y eliminar las barreras que impiden a las mujeres desarrollar su pleno potencial en la sociedad. España es el primer país que la adapta para extender la experiencia a las circunstancias que se dan en la Unión Europea.