Evitar la salida de mujeres del mercado laboral tras la maternidad tiene un potencial de 1.280 millones de euros.
Hombres y mujeres desean tener hijos por igual y en la misma cantidad, pero al final tienen menos de los deseados o no llegan a tenerlos, aludiendo problemas de conciliación de la vida familiar y laboral, entre otros.
Así lo pone de manifiesto el segundo informe de ClosinGap sobre el coste de oportunidad de la brecha de género en conciliación, que refleja que esta situación ejerce un efecto negativo en la evolución demográfica del país, con sus correspondientes consecuencias sobre el equilibrio generacional.
Aun cuando se trata de una responsabilidad compartida, las mujeres perciben que tener hijos afecta más negativamente a sus carreras laborales que a los hombres: su tasa de empleo se reduce a partir de la edad a la que se tiene el primer hijo, además de que son las que optan, generalmente, por un permiso por el nacimiento de hijos y excedencias para el cuidado de familiares.
Terminados estos, un 8,3% de estas mujeres trabajadoras (cerca de 7.000 personas) sale total o parcialmente del mercado de trabajo cada trimestre. El coste de oportunidad que asume la economía española cuando se produce una salida total o parcial del mercado laboral por parte de estas mujeres trabajadoras asciende a 40 millones de horas no trabajadas al año o, lo que es lo mismo, se dejan de generar unos 1.280 millones de euros al año (0,12% del PIB de 2017).
Un 46,2% de las mujeres que tienen hijos han completado educación superior. Si esta misma proporción se observase entre aquellas que abandonan la actividad para dedicarse a las labores del hogar, la economía española estaría asumiendo también un coste de 136 millones de euros cada año en términos de inversión universitaria no aprovechada (0,9% del total del gasto universitario del curso académico 2014/2015).