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El 11,3% de las mujeres de entre 35 y 44 años generó lagunas de cotización por desempleo con motivo de la crisis, frente al 8,6% de los hombres

El desempleo es una de las contingencias que más puede llegar a perjudicar la carrera de cotizaciones de un trabajador y, por tanto, afectar a la cuantía de su pensión por jubilación. Aunque durante la duración de las prestaciones contributivas por desempleo el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) sigue cotizando a la Seguridad Social para la jubilación en nombre del trabajador desempleado, una vez agotadas, surgen las lagunas de cotización.

Además de que la crisis económica y financiera perjudicó especialmente a las mujeres, la persistencia en el desempleo, a lo largo de la recuperación, y cada vez con mayor frecuencia, es mayor entre ellas que entre los hombres: en 2018 su tasa de paro se situó en el 17%, 3,3 puntos porcentuales superior a la de los hombres.

Tiempo medio de cotización previo a la pérdida de empleo según sexo (meses)

Afi, a partir de los microdatos longitudinales de la Encuesta de Población Activa (INE)

La dilatación del periodo en desempleo aboca a las personas que lo sufren a una situación económica comprometida, especialmente, una vez agotan la prestación contributiva por desempleo.

A cierre de 2018, cuatro de cada diez parados no percibían ninguna prestación, ni siquiera asistencial. Esto es así no solo por la dilatación del periodo en desempleo, sino también por el menor tiempo de cotización previo a la pérdida del empleo de las mujeres frente a los hombres, el principal criterio que determina la duración de la prestación por desempleo contributiva: en el peor momento de la crisis, las mujeres habían tenido una experiencia laboral más corta que los hombres y, por lo tanto, recibieron una prestación por desempleo durante menos tiempo, anticipando las lagunas de cotización como consecuencia de su situación de desempleo.

Aunque esta brecha se ha estrechado recientemente, lo cierto es que la mayor prevalencia del desempleo entre las mujeres generada durante la crisis ha provocado la emergencia de lagunas de cotización más amplias en ellas.

Así, en 2018 el 11,3% de las mujeres de entre 35 y 44 años habría generado lagunas de cotización por desempleo con motivo de la crisis económica, pero solo un 1,7% podría completarlas voluntaria¬mente para su jubilación. En el caso de los hombres, se encontraban en dicha situación el 8,6% del total de los activos. La voluntad de suscribir un convenio especial de la Tesorería General de la Seguridad Social para cotizar para su jubilación futura dependerá de la holgura del ahorro financiero y del conocimiento de esta posibilidad.

04 diciembre
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