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La mayor incidencia de las brechas de género en el medio rural llevan a las mujeres a emigrar en busca de oportunidades

Día Internacional de las Mujeres Rurales

Hoy, 15 de octubre, se celebra el Día Internacional de las Mujeres Rurales. Más de 4,7 millones de mujeres viven en nuestro país en municipios de menos de 10.000 habitantes y los datos procedentes de distintas fuentes oficiales ponen de manifiesto que tienen que hacer frente a una doble discriminación: por un lado, la debida a su género; por otro, por la ocasionada por las menores oportunidades educativas y laborales que tienen con respecto a las que han fijado su residencia en zonas urbanas.

Un reciente estudio publicado por el Consejo Económico y Social (CES) bajo el título El medio rural y su vertebración social y territorial (enero de 2018) pone de manifiesto que esa falta de oportunidades ha derivado en una “importante masculinización (…) en las edades jóvenes e intermedias” a causa de “una emigración femenina en estas edades propiciada en parte por la falta de igualdad respecto al trabajo productivo y reproductivo, y facilitada por su mayor nivel educativo”.

Esta emigración en busca de oportunidades se ve con claridad en la Estadística del Padrón Continuo del Instituto Nacional de Estadística, que muestra cómo en el porcentaje de mujeres en municipios con menos de 1.000 habitantes ha caído en los últimos 10 años mientras que en las localidades con una población mayor a la mencionada cifra ha crecido en el mismo periodo de tiempo.

2007 2018
Total 50.58% 50.97%
Capital 52.19% 52.56%
M. no capital. Menos de 101 hab. 44.77% 42.91%
M. no capital. De 101 a 500 hab. 47.23% 46.67%
M. no capital. De 501 a 1.000 hab. 48.24% 48.20%
M. no capital. De 1.001 a 2.000 hab. 48.91% 48.97%
M. no capital. De 2.001 a 5.000 hab. 49.37% 49.54%
M. no capital. De 5.001 a 10.000 hab. 49.60% 49.95%
M. no capital. De 10.001 a 20.000 hab. 49.84% 50.26%
M. no capital. De 20.001 a 50.000 hab. 49.96% 50.42%
M. no capital. De 50.001 a 100.000 hab. 50.23% 50.78%
M. no capital. De 100.001 a 500.000 hab. 50.51% 51.21%

Fuente: Estadística del Padrón Continuo (INE). Elaboración propia

El Plan para la Promoción de las Mujeres en el Medio Rural 2015-2018 explica este éxodo señalando que “las mujeres jóvenes de los pueblos (…) optan en muchos casos por cursar estudios secundarios y superiores” y dado que “los centros educativos que los imparten suelen localizarse en zonas urbanas o periurbanas, deben establecer su residencia fuera de los núcleos rurales”.

Según el informe del CES, esta ausencia de mujeres en las edades jóvenes y centrales desencadena “dificultades para formar nuevos hogares” que deriva en una “pirámide de población regresiva” y tiene un efecto determinante en la pérdida de población.

Tres brechas especialmente relevantes

Son tres las brechas que tienen una especial relevancia en la decisión de las mujeres de dejar las zonas rurales: la desigualdad en el empleo, la falta de corresponsabilidad y los desequilibrios entre los hombres y las mujeres en el cuidado de familiares dependientes, cuya incidencia es aún mayor ante el envejecimiento de la población rural.

En relación al empleo, las mujeres con edades comprendidas entre los 25 y los 64 años tienen una tasa de empleo 10 puntos más alta en las ciudades y una tasa de paro casi 7 puntos más alta en las zonas rurales.

Mientras la tasa de empleo roza el 70% entre los varones de ese tramo de edad, en las mujeres se queda casi 17 puntos por debajo (52,4%), lo que pone de manifiesto la importante brecha que existe en este ámbito.

Desigualdad en el empleo

Esta desigualdad en el empleo no solo es cuantitativa sino que se traslada también a sectores como el agrícola, que todavía tiene un importante peso en el mundo rural. Datos de la última Encuesta sobre la Estructura de las Explotaciones Agrícolas del INE (2016) ponen de manifiesto que solo 3 de cada 10 titulares de explotaciones agrícolas son mujeres, porcentaje que incluso se llega a reducir hasta el 17% en casos concretos como La Rioja.

Asimismo, según el CES, “las mujeres suponen algo cerca del 38% del empleo en la industria alimentaria, que constituye de hecho la opción más frecuente de trabajo extradoméstico, en sentido amplio, en el medio rural”.

En relación a la falta de corresponsabilidad, el estudio Diagnóstico de la Igualdad de Género en el Medio Rural publicado en 2011 por el Ministerio de Medio Ambiente puso de manifiesto que “del total de mujeres inactivas laboralmente, el 77% realizan trabajo doméstico no remunerado frente al 3,3% de los varones inactivos”, lo que da testimonio de la importantísima brecha que se produce en este campo.

Finalmente, otra de las brechas importantes en el ámbito rural tiene que ver con el cuidado de personas en situación de dependencia. Una población más envejecida requiere una mayor dedicación por parte de los familiares, dándose la circunstancia ya conocida de que estas tareas suelen recaer en las mujeres.

Según el CES, “las personas cuidadoras son mujeres en su mayoría y en una importante proporción familiares (hijas, esposas, nueras) de la persona dependiente”. “La mayor parte tiene una edad comprendida entre los 45 y 55 años y no tienen una ocupación laboral, siendo elevada la proporción de quienes cuentan solo con estudios primarios. Además, una parte significativa de estas personas dedican más de 5 horas diarias al cuidado”, añade el informe publicado por este organismo.

ClosinGap, clúster nacido para estudiar el coste de oportunidad de las brechas de género

ClosinGap, clúster impulsado por Merck, MAPFRE, Repsol, Vodafone, Meliá Hotels International, BMW Group, L’Oréal España, Mahou San Miguel y Solán de Cabras va a estudiar en el seno de la iniciativa cuál es el coste de oportunidad que tiene para la economía y la sociedad el hecho de que todavía persista una importante brecha de género en todos estos ámbitos.

04 diciembre
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